Cosas que no sabías que eran #reciclables

Publicado por: @lnkvrd el 29 octubre, 2013
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El Pelo

No, no leíste mal. El pelo humano es compostable y reciclable. El pelo de tu cepillo para el cabello o la piel de tu mascota están llenos de nitrógeno útil que puede ser usado en la pila de compost. Donar tu cabello podría ayudar a limpiar los futuros vertidos de petróleo. La organización sin ánimo de lucro Matter of Trust en San Francisco, EE.UU., recoge el pelo humano y animal para crear barreras que absorben el petróleo.

Vino

Al vino podríamos llamarlo una bebida sin residuos. Su botella puede ser reciclada en un programa de reciclaje de vidrio. Además, existen sitios de entrega de tapones de corcho, como por ejemplo, algunas tiendas locales en Estados Unidos y otras partes del mundo. Otra cosa importante, es que el vino por sí mismo, puede alentar el proceso de compostaje. Por lo tanto, debes aprovecharlo en casa y usarlo en el compostador.

Hisopos de algodón

El algodón es también un forraje para el compostador. Motas de algodón, hisopos de algodón (siempre y cuando el mango esté hecho de cartón), pelusas de la secadora e incluso algodón viejo desmenuzado y ropa de lana pueden ir todos en tu pila de compost.

Tablas de surf

La organización ReSurf Recycling, recicla todas las tablas y materiales de desecho de fabricación de tablas de surf en numerosos productos, como asfalto y concreto para la pavimentación de calles de la ciudad. Además, la compañía ha desarrollado un método para producir tapetes de yoga 100 por ciento reciclados, utilizando los desechos de la producción de trajes de neopreno.

Llaves

Todos tenemos un cajón lleno de llaves, pero no tenemos que tirarlas a la basura. Están hechas de metal precioso, después de todo. En Estados Unidos, existe Keys For Kindness, un programa pequeño de gestión familiar, diseñado para recaudar fondos a través del reciclaje de llaves de metal, destinados a un programa que trata la esclerosis múltiple.

Trofeos

Existen programas de reciclaje de trofeos para beneficiar a organizaciones de caridad. A través de un programa de correos, las compañías reciclan sus premios vencidos o los re-graban y los donan a organizaciones sin fines de lucro. Además, algunas compañías también fabrican sus propios trofeos de vidrio reciclado y papel periódico.