Hagamos una dieta intermitente

Publicado por: @lnkvrd el 18 agosto, 2015
dieta

Aunque la palabra «intermitente» seguido de «dieta» nos pueda sonar a inestabilidad, poco compromiso y hasta irresponsabilidad, puedes estar tranquilo(a) porque no se trata de eso. Si bien todos los proyectos que emprendemos en nuestra vida necesitan de constancia, disciplina y mucha voluntad y la dieta requiere también de ellas, en este caso son las características que acompañan la dieta las que determinan como enfrentarla y ejecutarla sin que perdamos el impulso.

La idea de esta dieta intermitente o de los días intermedios como también se le conoce, es que no te sientas en un régimen militar cumpliendo a cabalidad cada requisito, sino que mantengas una disciplina aunque más relajada, sin tanta presión y que garantice que te amoldes mejor a ella y al proceso de adelgazar y tener una mejor alimentación.

Consiste en hacer una combinación de los días en que comes de manera normal, saludable eso sí, permitiéndote algún antojo moderado, y los días en que haces ayuno. El éxito de esta dieta es que no cambias radicalmente tu alimentación como si puede pasar en otras, sino que tienes claro en tu cabeza o en un calendario que realices lo que vendrá, para organizarte mejor los días que sabes que harás el ayuno, y un poco la recompensa que vendrá cuando comes completo, balanceadamente y dando lugar a los pequeños caprichos.

Se van a dividir los días de la semana en 3. Primero los que son de limpieza o depurativos, en los que vas a tomar jugos detox que no te van a aportar mayores cantidades de calorías, y si van a permitirte limpiar tu organismo de toxinas y aquello que no necesitas. Segundo, los días en los que harás tu dieta de alimentación sana. Es decir que debes comer alimentos bajos en grasas, muchas verduras y frutas, carnes magras, pescado, evita la sobre condimentación, el exceso de grasas y las salsas en todo lo que comas. El tercero, son los días en los que el reto viene a ser más grande, porque implica la posibilidad de cumplir un antojo pero moderadamente, y se da especialmente en las situaciones en las que compartes con otros, y se vuelve una dieta social. La presión de ordenar comida en compañía y faltar a tu esfuerzo alimenticio es bastante.

Lo recomendable es que tengas cuidado y no empieces desde mañana a aplicar estos pasos si no que lo hagas paulatinamente, observando los cambios de tu cuerpo, midiendo como se siente y reacciona cada día para saber que paso es el siguiente.

Si nunca has probado la dieta detox, empieza por probar un día a la semana la depuración y observa como te sientes. Súmale un par de días de dieta y otros dos de sociales. Prueba un mes y luego aumenta a dos días de depuración, tres de dieta y dos sociales. Con esto te irás acostumbrando y podrás manejar mejor el proceso. La idea no es mantener esta dieta por mucho tiempo, si no que logres bajar el peso que tienes de más, y poco a poco reduzcas los días depurativos que no deben hacerse en exceso. Ya de todas formas has adquirido una buena costumbre de comer bien, así que esa es la parte que necesitas mantener.