Para una vida feliz, aleja los siguientes puntos negativos
La mejor conclusión que podemos hacer acerca de la vida, es que la felicidad no es un objetivo final, si no el proceso, el camino. Es decir, que es imposible vivir planeando, guardando y esperando porque se nos puede ir la vida mientras vemos llegar ese día en que seremos felices.
Que si es fácil? por supuesto que no, pero de seguro si muy interesante! Lo primero es proponerse dar el paso inicial, y es claro que hay que hacer ciertas modificaciones en tu vida para que cada día tengas más momentos de felicidad. Veamos:
Si ya está claro que tienes un trabajo, estudios u obligaciones con las que debes cumplir cada mes sin falta, no hay porque estresarse de más puesto que eso es así, ya lo sabes y no va a cambiar por lo menos próximamente. Trata de encontrar lamanera de ser más proactivo, eficiente y que en tu día te sobren horas, no que te falten.
Duerme mejor, con la ayuda de algún té, una película o libro, pero duerme mejor, un poco más temprano para que te levantes también más temprano. Esto garantiza que tengas mejor actitud porque aunque solo sea una sensación, pensarás que tienes todo el día por delante. Acompáñate de un buen desayuno y a empezar el día!
Cuidado con las personas de las que te rodeas. Puede que no te des cuenta que hay ciertas personas un tanto negativas. Suelen buscarte para contarte algo malo sobre alguien más, se la pasan quejándose por cualquier cosa, hasta por si llueve, y siempre tienen un prejuicio para cualquier cosa o persona. Aunque no lo estés viendo, te roba la poca o mucha energía buena que tengas y no puedes darte ese lujo.
La organización, a todo nivel, es clave. En tu trabajo, aprende a delegar. Si está claro que muchas cosas dependen de ti, empieza por lo pequeño, tareas que alguien más puede hacer para que tu te liberes un poco. En tu escritorio, saca la basura que se acumula detrás del computador, papeles que nunca miras y pon en su sitio cada cosa. Si despejas tu entorno, el caos visual es menor y la sensación de orden te calma. Haz lo mismo en tu casa y sobre todo tu cuarto. Llegar a descansar y encontrar una cama despejada es casi la mejor noticia del día, así que saca recibos, cuentas y basura de tu lugar de descanso.
No dejes esas pequeñas tareas difíciles de enfrentar para después. Eso solo causa estrés anticipado y constante hasta que no se resuelva lo que debes hacer. Si necesitas hablar con alguien y darle una mala noticia, si debes pedir dinero prestado, cualquier situación que te genere incomodidad, miedo, angustia, la mejor respuesta es enfrentarlo lo antes posible. Si es posible tómate un rato para ti, organiza las ideas de la mejor manera, no te adelantes a lo que la otra persona te va a decir y no seas negativo. Cualquier cosa puede pasar y no lo sabes. Respira profundo, come un chocolate (por aquello de las endorfinas) y habla siempre en el mejor tono posible, con calma, con seguridad y desde el corazón; así la otra persona apreciará tu esfuerzo y considerará lo mejor para ambos. Verás como pierdes montañas de peso de tu espalda, puedes respirar profundo de nuevo y te sentirás mucho mejor.
Mucho cuidado con el tiempo que le dedicas al descanso. No solo hay que trabajar y hacer todo el tiempo. Es imperativo que todas las semanas le dediques tiempo a lo que a ti te gusta. Eso no solo te relaja, te pone de buen humor, si no que te evita enfermedades. El fin de semana es tuyo, tu descanso, tu sueño profundo, tus hobbies y antojos.
Las cosas que no te dejan tener paz o que te desvelan, muchas veces tienen que ver con algo que no has hecho tu. Ese perdón que no has pedido, esa conversación dolorosa que debes tener, son pesos del alma que no te dejan ser feliz. Ocúpate de eso pronto y cierra ciclos, abre la puerta a otros nuevos.