Vegetariano, vegano, reducetariano… ¿De qué trata todo esto?
Con la rapidez que ya es usual en estos tiempos constantemente aparecen nuevos términos para caracterizar la manera en que nos alimentamos. La época en la que muchas cosas no necesitaban tener un nombre para ser importantes parece que quedó atrás y mientras tanto la obsesión por encasillar lo cotidiano termina complicando lo sencillo. Sin embargo, detrás de términos como vegetarianismo, veganismo o reducetarianismo se esconden hábitos, comportamientos y verdades que nos pueden ayudar a llevar una vida más sana y de paso a contribuir con el bienestar general de nuestro planeta. Te contamos de qué trata todo esta mezcla de términos, nombres y formas de ver la vida para que puedas decidirte y extraer lo mejor para tu vida.
Para hacerlo simple lo mejor es decir que todo gira en torno al consumos de carne y en sus efectos sobre la salud y el medio ambiente. Basta decir que en el planeta la industria ganadera genera más emisiones de gases de efecto invernaderos que todos los autos, aviones, trenes y barcos juntos. Igualmente, se ha comprobado que las dietas que incluyen carne impactan el doble en el calentamiento global que las basadas en vegetales. De allí que millones de personas quieran alejarse del consumo de carne y busquen alternativas para que su dieta sea no sólo más saludable sino menos perjudicial para el entorno y se conjugue con una manera responsable de ver la vida.
Aunque le vegetarianismo (también conocido como vegetarismo) es una práctica que tiene siglos de historia, cada vez surgen nuevas variantes y tendencias que pueden confundir, aquí repasamos algunas:
Vegetariano: Tiene como principio la alimentación sin incluir carne en la dieta y a la par mezcla motivaciones éticas, ecológicas y de salud personal.
Ovolactovegetariano: Consume huevos y productos lácteos, pero no carne ni peces.
Apivegetariano: Se permiten incluir miel en su dieta.
Vegano: Se aparta de todo producto de origen animal, incluidos huevos, lácteos y miel.
Crudívoros: Siguen una alimentación vegetariana en la que además se consumen los productos crudos o ligeramente tibios, que no han sido calentados por encima de 46,7 °C (116 °F).
Crudiveganismo: Una mezcla estricta de una dieta vegana consumida cruda.
Reducetariano: Se basa en la reducción del consumo de carne más que en la eliminación total. La mayor parte de su dieta es vegetariana, pero puede consumir carne en algunas ocasiones. Es una especie de vegetarianismo moderado. También puede ser llamado Flexivegetariano.
Dejando de lado los nombres y términos que encasillan, es posible decir que comparada con una dieta que incluye carne, la vegetariana aporta menos grasa saturada y colesterol al cuerpo humano, mientras que provee más vitamina C y E, fibra, ácido fólico, potasio y magnesio, entre otros nutrientes. Esto puede representar una reducción en el colesterol, así como en el riesgo de sufrir enfermedades relacionadas con la presión sanguínea, en general la salud cardiovascular se ve beneficiada. Los índices de obesidad se reducen y las posibilidades de padecer una cardiopatía disminuyen.
Para terminar, un dato: Algunos estudios indican que si todos nos decidiéramos por una dieta vegetariana podríamos evitar 7.3 millones de muertes para el año 2050. Igualmente, podríamos reducir en dos tercios los gases de efecto invernadero y veríamos disminuir nuestro nivel de emisiones en un 63% ( 70% en caso de que optemos por una dieta vegana).