Controla mentalmente los dolores

Publicado por: @lnkvrd el 5 enero, 2015
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Es probable que todos sepamos lo molestos que resultan los dolores, sin importar en que parte del cuerpo los sintamos. Es normal también que exista la tendencia a tomar el primer medicamento que nos encontremos para calmar lo más rápido posible ese dolor, aunque definitivamente no es la mejor idea. Tus riñones pueden sufrir a largo plazo un daño grave si cada vez que te duele una muela, la cabeza u otra parte tu tomas pastillas. Te contamos como puedes hacer uso de tu mismo autocontrol y unas técnicas para deshacerte de cualquier padecimiento.

El primer consejo es que empieces a confiar en tu cuerpo y en que es posible que tu mismo llegues a aliviar algunos dolores. Eso significa evitar ese tipo de frases como «eso no sirve» o «es mejor tomar pastillas» o pensar que el autocontrol hace parte de una creencia en la nueva era que es de hippies y no funciona. Tu cuerpo te cree lo que le digas, así que comienza por tener una muy buena actitud ante el dolor. No lo consientas, no te victimices de más y no creas que solo tu sabes como duele y te vas a morir por eso. Acepta el dolor, identifica bien el lugar en que sucede, tómate unos minutos sentado o recostado, con los ojos cerrados, sin pensar en nada más que quieres que desaparezca el dolor. pero no con angustia y gritándolo, sino con actitud tranquila, pensando que hay una razón por la que te duele esa parte de ti y que vas a ayudar a que se disipe.

No siempre tienes dolores, así que agradece por la salud que hasta el momento has tenido, porque tu cuerpo ha cumplido sus funciones y te ha mantenido saludable. Recuerda como te conoces, así que si por ejemplo te duele la cabeza, analiza si el exceso de calor generalmente te produce migrañas, o el estrés, un problema, la falta de comida que podrían en este momento causarte el dolor. Así puedes darle solución inmediata, como comer, darte un baño fresco, dormir, entre otras posibilidades.

Aunque suene difícil, aislar la angustia imaginando que puede ser algo grave, es la mejor opción. Busca un lugar tranquilo del lugar donde estés y acomódate de manera que te sientas bien. Con honestidad dale una puntuación a ese dolor, es decir, de 1 a 10 identifica que tan intenso es, para que al aplicar un poco de autocontrol vayas tu mismo reconociendo como disminuye y eso mismo te tranquilice.

Acude a tus recuerdos, a instantes de felicidad que compartiste con una persona o un momento que disfrutaste mucho. Piensa también a futuro, en algún plan que tengas y te emocione realizar, unas vacaciones o una película que verás en el cine. Eso alimenta tu motivación a terminar con el dolor y esperar que llegue eso que harás en el futuro.

Trabaja con lo que te rodea, así que pon algo de música relajante, baja las luces, date un baño para trabajar un poco esa parte que te duele. Funciona sobre todo con una torcedura, o un dolor muscular, porque te desinflama y alivia.

La meditación es una opción genial, ya que su fundamento es la respiración y la concentración, por lo que te ayudará a estar en total control de tus emociones, a alejar el estrés, a mantener en equilibrio tus funciones y por último reduce la sensación de dolor.