El vino tinto y las mujeres
El vino tinto es adorado por muchos, hombres y mujeres, pero un poco más por ellas pues no es un trago demasiado fuerte, y es perfecto para acompañar muchos momentos y muchas recetas de cocina también. En algunos países del mundo como Argentina, Francia o España es común ver como la personas acompañan sus comidas frecuentemente con algún tipo de vino, es decir, no esperan simplemente a tener alguna reunión de amigos, cumpleaños, navidad y otras celebraciones especiales para abrir una botella de vino, si no que en el refrigerador o una pequeña cava se mantienen varias y de diferentes tipos.
Recientes estudios han demostrado que tomar una copa diaria es bueno para la salud. Es lo que hemos escuchado, pero como beneficia a las mujeres aparte de cautivarlas con su exquisito sabor?
Las mujeres de Francia desde hace muchísimos años que llevan una dieta rica en grasas, y para nadie es un secreto que la gastronomía francesa que usa bastante mantequilla en sus preparaciones, es una de las mejores del mundo. Sin embargo, y aunque deliciosa, puede traer inconvenientes a la salud, por lo que una copa diaria de vino fue la mejor idea para contrarrestar el efecto. La piel de las uvas del vino tinto está cargada de antioxidantes que son excelentes para nuestro organismo. Precisamente el resveratrol, uno de los antioxidantes podría disminuir las probabilidades de aparición de tumores cancerígenos. También ayuda a la formación de células del sistema nervioso, lo que lo fortalece y podría prevenir enfermedades como el Alzheimer y el Parkinson.
Uvas de los conocidos vinos como Cabernet Sauvignon, Syrah y Pinot Noir son los que presentan mayor cantidad de flavonoides, un tipo de antioxidante que es encuentra en la piel de las uvas. En cuanto al vino blanco, la cantidad de flavonoides es mucho menor, por lo que la mejor opción es siempre un vino tinto seco.
Pero ojo con los excesos, las mujeres deben consumir entre una y dos copas al día, de lo contrario se desencadenarán problemas pues debe consumirse moderadamente, y recomendación obligada, siempre consulta con tu médico antes de hacer cambios en tu dieta y tus hábitos alimenticios.
