Las indescifrables etiquetas de los alimentos
No es hábito de quienes van al mercado a comprar sus productos, que revisen todas y cada una de las etiquetas, fechas de vencimiento, avisos y demás información que aparece en los envases de lo que vamos a consumir. Igual, si hay algunos que se vuelven más cuidadosos y revisan uno que otro ingrediente o incluso solo las fechas de expiración. De cualquier modo, para nadie es una tarea agradable, ya que toma mucho tiempo y fuera de eso, el lenguaje en que se presentan las etiquetas parecen de otro planeta, llenas de números y nombres impronunciables.
Pero debemos simplemente pasar por encima de ellas y asumir que el alimento que consumiremos es confiable? Podemos aunque sea, empezar a hacer algunas buenas prácticas y fijarnos un poco más en ciertas cosas, como las que te sugerimos a continuación.
Una de los factores más importantes a tener en cuenta, es de hecho, la fecha de expedición. Tenga o no tenga los ingredientes más saludables, si el alimento se va a descomponer en poco tiempo o ya lo está en el mismo momento de comprarlo, definitivamente tu organismo lo va a recibir pésimo. Por ello fíjate siempre en esta fecha, y ten en cuenta el tiempo que le queda para saber cuando cocinarlos o consumirlos para aprovechar sus beneficios la máximo.
Fíjate también, que generalmente el ingrediente o componente que se lista primero, al tope de la lista es el que se encuentra en mayor cantidad. Compara por ejemplo dos productos iguales de diferentes marcas, como un té helado o una mermelada. Fíjate si aparece el azúcar o algún extracto de la fruta que se usa y te darás cuenta como varía el precio por esto mismo, y como puedes escoger si consumes más de esto de aquello. Si por decirlo, no quieres consumir tanto azúcar, escoge el alimento que no lo liste de primero si no en casillas más bajas.
Alrededor o ubicado en algún lugar de la etiqueta, se suele poner otro tipo de información muy importante. Aunque las empresas se preocupan bastante por su imagen y que tanto el logo, como el nombre de su marca sean llamativos, muchas veces como consumidores nos dejamos seducir solo por esto y terminamos pasando por alto detalles claves. Piensa en la leche, que hace parte de todos los hogares. Alguien en tu familia es intolerante a la lactosa? Los empaques deben poner estas advertencias, así como el mencionar si la leche es deslactosada o si contiene toda su grasa. Imagina el daño que le puede causar a una persona que no procesa la lactosa!
Los aditivos son un cuento delicado. Conservantes, edulcorantes y demás sustancias con las que no estamos familiarizados, y además usan letras combinadas con números para denominarlos. Quien puede identificarlos? Lo único que podemos hacer, es tratar de consumir los alimentos que menos aditivos tengan, lo más natural para que su color sea por ejemplo el de la fruta y no se logre mediante colores artificiales. Si quieres comprar jugos para tu familia, no compres un sixpack de jugos de una marca que logrará el sabor a mora en un laboratorio, así que puedes comprar pulpa congelada que es más natural, o comprar la misma mora y prepararlo en tu casa. El tiempo no puede ser excusa cuando quieres cuidar de ti y los que te importan.
