Los fenómenos meteorológicos más insólitos

Publicado por: @lnkvrd el 3 septiembre, 2011
tornado fire

La naturaleza es toda una caja de sorpresas. No tenemos suficiente con las trombas marinas, los tornados y el granizo. En muchas ocasiones la naturaleza nos deja atónitos con algunos fenómenos meteorológicos todavía más insólitos e increíbles. Desde los remolinos de fuego hasta las lluvias de ranas y de sangre, aquí te presentamos los fenómenos meteorológicos más extraños que se conocen.

  • Duendes, elfos y chorros azules: Varios fenómenos luminosos que se producen en la atmosfera superior han recibido los poéticos nombres de duendes (sprites), elfos (elves) o chorros azules (blue jets). Estos extraños resplandores fueron vistos en repetidas oportunidades por los pilotos de aviones estratosféricos y se catalogaron inicialmente como OVNIs. Pero, más tarde, la ciencia finalmente pudo identificarlos y les otorgó el nombre de Eventos Luminosos Transitorios (Transient Luminous Events o TLEs).  Los “duendes” (sprites) son descargas eléctricas que emiten una luz rojiza y se producen a una altitud aproximada de 80 kilómetros.  Por otro lado, los “chorros azules” (blue jets) son conos de luz azulada que se forman a menor altura que los duendes, a veces al mismo tiempo que los primeros.  Estos fenómenos duran normalmente unas fracciones de segundo y están siendo estudiados por los científicos para descubrir los motivos exactos de su formación.

 

  • Los Remolinos de fuego: Están estrechamente relacionados con los tornados y los remolinos de polvo, los peligrosos remolinos de fuego se forman (bajo las condiciones apropiadas) durante los incendios forestales u otros incendios masivos.  Un trágico ejemplo se produjo durante el terremoto de 1923 en Japón, en el que un imparable remolino de fuego causo la muerte de más de treinta mil personas.  Los remolinos de fuego se forman de la misma manera que un tornado, con una gran diferencia en la temperatura que produce una turbulencia o chorro ascendente.  Otro detalle es que en este caso el embudo no está compuesto de aire sino de fuego que asciende a gran velocidad a medida que se alimenta del incendio que lo rodea, multiplicando su poder destructivo.

 

  • Bombardeo de bloques de hielo: Las tormentas de granizo son eventos meteorológicos frecuentes e indeseados, pero en ciertas ocasiones se ha registrado la caída de enormes trozos de hielo desde el cielo, mucho más grandes y pesados que el granizo común.  El bloque de hielo más grande registrado hasta el momento midió 17.8 centímetros de diámetro, es decir, casi el doble de tamaño de una pelota de tenis.  Pero, lo que es mucho más extraño todavía, es que muchos de estos gigantescos bloques de hielo suelen caer aparentemente de la nada, sin nubes de tormentas a la vista.  Muchos piensan que puede tratarse de desprendimientos de hielo provenientes de aviones volando a gran altura, pero todavía no se ha formulado ninguna explicación concreta y demostrable sobre este misterioso fenómeno.

 

  • El Fuego de San Telmo: A lo largo de la historia, innumerables marinos afirmaron ser testigos de la aparición de lenguas de fuego incandescente, que “danzaban” sobre los mástiles y extremos de la arboladura de los navíos durante ciertas tormentas.  Estas bolas luminosas, conocidas como el Fuego de San Telmo, son descargas eléctricas que se producen durante las tormentas y que tienen como blanco a los objetos más elevados de una embarcación.  Aunque el fuego de San Telmo no resulta peligroso en sí mismo a pesar de su espectacularidad, muchas veces funciona como el aviso de la caída inminente de un rayo sobre los barcos, por lo que históricamente ha sido considerado un mal pronóstico por los navegantes.

 

  • Los verdaderos monstruos marinos: Es muy probable que los monstruos y las serpientes marinas que muchos aterrorizados navegantes han creído ver a través del tiempo, hayan sido en realidad las movedizas columnas de agua pertenecientes a las trombas marinas.  Las corrientes de las trombas marinas suelen ser largas y delgadas, semejantes al cuello de un dragón, y con movimientos causados por los fuertes vientos; que recuerdan a los de una serpiente.  Muchos tienen fresco en su memoria el recuerdo de las trombas marinas que se avistaron sobre el Rio de la Plata, por lo que no les resultara muy difícil imaginarse los efectos de observar múltiples trombas en alta mar y en medio de fuertes tormentas.  El temor y la imaginación de los marinos contribuyeron a darle propiedades sobrenaturales y fantásticas a estos curiosos fenómenos meteorológicos.

 

  • La Luna azul: El 28 de mayo de 2007, muchos se sintieron decepcionados tras escuchar en las noticias que esa noche habría una “Luna azul”, para luego descubrir que esto no era cierto.  En realidad, se trato de una mala traducción de una expresión en ingles, que denomina “Luna azul” o “Blue Moon” a las noches excepcionales en la que la Luna llena aparece dos veces durante el mismo mes calendario.  Sin embargo, a veces la Luna efectivamente se ha visto de color azul en el cielo. En raras ocasiones, el humo de los incendios forestales o las cenizas de una erupción volcánica ascienden a la atmosfera y se mezclan con gotas de agua del tamaño exacto, capaz de filtrar la luz de la Luna y volverla de un color azulado.

 

  • Los tres Soles: Incluso en los días despejados y soleados, el cielo nos puede ofrecer algunas sorpresas, al menos para nuestro sentido de la vista.  Si el Sol se encuentra cerca del horizonte, con algunas nubes tipo cirrus a gran altura, a veces podemos descubrir dos imágenes “fantasmas” del Sol, que aparecen mágicamente a ambos lados, dando la impresión de que existen tres soles brillando en el cielo.  Estos Soles “fantasmas” son en realidad brillantes puntos de luz causados por el reflejo del Sol sobre la infinidad de pequeños cristales de hielo dentro de las nubes.  Si bien este fenómeno óptico es bastante frecuente, muy pocos se dan cuenta de su existencia ya que estamos acostumbrados a no mirar directamente a la luz del Sol para evitar un daño irreparable a nuestra visión.

 

  • Lluvia de ranas y peces: A lo largo y a lo ancho de todo el mundo, la gente informa sobre una extraña clase de precipitación. Pequeños animales, especialmente peces, ranas y culebras, caen inesperadamente del cielo, y muchas veces a una gran distancia del agua.  Estas misteriosas lluvias fueron descriptas en 1919 por el escritor estadounidense Charles Fort en “El libro de los condenados”, en lo que se conoce como la primera obra dedicada a documentar fenómenos sobrenaturales.  La explicación a este enigma se encuentra en las trombas marinas, que al absorber grandes cantidades de agua de ríos, lagos y mares, arrastran también a un considerable número de pequeños animales que luego son arrojados a varios kilómetros de distancia de su lugar de origen.

 

  • La Lluvia de sangre: La imagen de una lluvia de sangre cayendo desde los cielos parece algo sacado de una película de terror, pero la lluvia roja es un fenómeno meteorológico que ha sido verificado desde los antiguos tiempos del Imperio Romano.  Pese al horror manifestado por quienes han sufrido la precipitación de gotas de color rojo, estas lluvias no están compuesta realmente de sangre.  La tonalidad rojiza que ocasionalmente toman las gotas de lluvia se debe al polvo o arena que es levantado por vientos de gran intensidad, que se elevan hasta mezclarse con las nubes de lluvia, para luego teñir las precipitaciones de rojo.  El fenómeno de la lluvia roja es bastante frecuente en Europa, debido al polvo presente en las nubes que provienen de las tormentas de arena del Sahara.

 

  • Las centellas o bolas relámpago: Durante siglos, se ha reportado un misterioso fenómeno eléctrico.  Extrañas bolas de luz, del tamaño de una pelota de golf o incluso de futbol, flotando en el aire durante las tormentas y ocasionalmente ingresando por las ventanas, con el consiguiente sobresalto de los habitantes del hogar.  Conocidas como las bolas relámpago o centellas, las investigaciones establecen que estas sorprendentes manifestaciones no emiten olor ni calor; apenas un sonido levemente audible.  A veces desaparecen con un sonoro “plop” cuando se topan con algún artefacto eléctrico, pero en ciertas ocasiones explotan violentamente, provocando incendios.  Las centellas son uno de los fenómenos más polémicos y controvertidos de las ciencias de la atmosfera.  Su naturaleza física se ignora todavía por completo, y su existencia no pudo ser comprobada durante años, hasta que en contadas ocasiones lograron ser fotografiadas y también filmadas.  Se trata de uno de los principales ejemplos sobre el gran número de misterios de la naturaleza que aún nos quedan por descifrar.

 

Estamos seguros de que esta lista de fenómenos meteorológicos seguirá en aumento. Si has escuchado de algún otro que no esté aquí, por favor déjanos saber.

 

Colaborador: Mario R. Pizarro  «Koyi»  (Loíza, PR)