Armas para estimular mejor el aprendizaje en los niños

Publicado por: @jaguirre el 13 agosto, 2013
Aprendizaje

Sí, la estimulación fomenta y refuerza el tipo de inteligencia que predomina en sus hijos. Pero también es útil para ayudar a que los niños se desenvuelvan, al menos medianamente bien (no se puede pedir que sea un éxito total en todas las inteligencias) en las materias que presenta un rechazo.

Lógico-matemática: Haga que compare (¿en qué se parecen?, ¿en qué se diferencian?), que identifique (¿cuáles son las partes de?, ¿cuáles son las características de?), que clasifique (¿cómo podemos organizar esto?, ¿qué partes o categorías podemos dividir?) y que ordene (¿podemos acomodarlos por color, por tamaño, por género?).

Haga que el niño identifique errores. Cometa a propósito un error de cálculo (1+1=3, por ejemplo) y pida que lo descubra. Enséñele un cuadrado y dígale ¿este es un círculo, verdad? Ellos se sentirán felices de encontrar y corregir el error.

Lingüístico-verbal: Si quiere que su hijo empiece a leer, usted es el que debe dar ejemplo. Siéntese junto a él y lea un libro o una revista (si no le gusta hacerlo por lo menos ojee las páginas). Ellos empezarán a imitarlo. Tenga a mano libros acorde para su edad, los más pequeñitos necesitan más gráficos que letras.

Si quiere que empiece a escribir hágalo jugar con masa o plastilina. Es buen ejercicio que desgrane maíces secos y que troce papel. Eso ejercita sus manos para que aprender a escribir sea más sencillo. Léale cuentos y pídale que opine sobre lo que se leyó o que invente un nuevo final para la historia. Este trabajo ayuda a que el niño lea, escuche y retenga.

Inteligencia musical: Asista a conciertos, ya sea de música clásica o popular, para que los niños aprecien la música en vivo. Es una actividad interesante e incluso relajante poner música, de preferencia clásica, y darle al niño papel y lápices de colores y sugerirle que ‘dibuje’ la música. El niño hará trazos de colores según sus sensaciones y sentimientos.

Procure que cultive actividades musicales, como aprender un instrumento musical o participar en coros o grupos de baile.

Visual-espacial: Ponga cuatro o cinco tarjetas con figuras (manzanas, carros, árboles, etc.) sobre la mesa. Póngalas boca abajo y pídale que recuerde en qué tarjeta estaba uno de los dibujos. Así lo ayuda a entrenar la memoria. También puede usar barajas.

Haga que observen y sigan la trayectoria de las burbujas de jabón. Este ejercicio hace que ellos desarrollen la coordinación entre el ojo y la mano que a la larga les permite tener una mejor escritura sobre la línea del cuaderno.

Incentívelos a la construcción de modelos tridimensionales o anímelo a dibujar mapas de los países o los gráficos que el prefiera. La escultura, el collage, el diseño, la creación de títeres, son actividades que ayudan a desarrollar este tipo de inteligencia.

Corporal-cinestésica: Haga que su hijo aprenda el alfabeto dibujándolo con el cuerpo o que aprenda las tablas de multiplicar jugando rayuela. Llévelo de visita al zoológico, museos, conciertos, mercados, donde los niños tienen oportunidad de oler, ver, tocar, saborear y percibir las cosas directamente y llevar esta experiencia e involucrarla con el conocimiento de los libros, pero con la vivencia corporal previa. Las actividades relacionadas con las obras de teatro son ideales, pues el movimiento y la actuación motiva a los niños, cuya necesidad de movimiento y expansión corporal los impulsa a aprender a través de la acción con todo el cuerpo.

Inteligencia naturalista: Hágale coleccionar diferentes cosas (hojas, insectos, piedras, estampillas, monedas). Mediante esta actividad practican muchas habilidades porque observan, reconocen y procesan la información, clasifican, organizan y buscan en los libros datos acerca de los objetos de su colección. Vaya al zoológico o de día de campo.