Cómo vivir en pareja y sobrevivir?

Publicado por: @lnkvrd el 24 febrero, 2014
VivirEnPareja

Elecciones cada vez menos ortodoxas son las que las parejas de hoy en día están tomando. Pero no por ello quiere decir que sean buenas o malas, pero si hemos visto grandes cambios en las relaciones y los momentos de las mismas en las que ambas partes deciden dar ciertos pasos. Algunos toman a la ligera una decisión como la de irse a vivir juntos muchas veces por la emoción, el ímpetu y porque probablemente el enamoramiento dicta ciertas acciones que en el instante parecen acertadas.

Las relaciones no son lo mismo desde hace cincuenta años, han cambiado y bastante pues los patrones de convivencia se han visto modificados radicalmente logrando una mayor igualdad de cargas y responsabilidades tanto en el hombre como en la mujer. Aún así todavía existen ciertas tradiciones que no se alejan y que todavía se adoptan y adaptan al mundo moderno, permitiendo una mayor y mejor comunicación entre dos.

Si ya se ha decidido dar el gran paso de irse a vivir juntos no todo son malas noticias pero tampoco es el paraíso. El amor en la pareja es muy importante, pero no lo es todo, pues es allí en el día a día, en el comienzo del hogar enamorado y el transcurrir de los días cuando cada detalle se vuelve demasiado trascendental. Es una constante auto evaluación, pues no solo se trata de juzgar al otro por lo que no hace o dice, sino reflexionar uno mismo, pensando que puede entregar para hacer del suyo un mejor hogar cada día. Que es en realidad tan importante como para hacer todo un lío de eso y que es muy tonto para poder dejarlo pasar. Y es una tarea que jamás debe parar.

Ya no se puede ni se debe pensar en uno solo, sino que cada decisión debe tomarse por dos. Cada cosa que ocurra al interior de su casa los afecta a los dos, así que no es cuestión de la mujer arreglárselas en la cocina, cuando de vez en cuando el plan de cocinar juntos puede ser divertido, se inventan recetas, se cocina algo que los dos disfrutan y la experiencia es mucho mejor. Se trata de saber hasta donde puede ceder cada uno sin que entregue el 100% si no siempre una medida justa que apunte al bien común. No dar a la otra persona por sentada como si siempre nos fuera a durar, solo porque vive en nuestra casa. Ese amor necesita regarse diariamente, como una planta que no puede dejar de crecer.

La clave, es que además de fortalecer el amor, la pasión, la comunicación y la comprensión entre los dos, nunca, nunca debe dejarse de lado la vida personal. Los gustos de cada uno, si bien pueden compartirse, debe haber momentos en que cada uno haga lo que le gusta y no se trata de tener una vida secreta a parte, si no de disfrutar todavía de lo que a cada uno lo vuelve persona. La música, una película, un hobbie, etc, son cosas que cada uno disfruta de manera diferente, y que se respete el espacio personal es fundamental. De otra manera se vuelve una entrega ciega a la otra persona y se invalida el propio yo. Sin imposiciones, siempre con concesiones  y dialogo abierto hasta de lo que más nos avergüenza, pues si no se confía en el otro, no se tiene nada.

Es sin duda un paso difícil, pero espectacular, pues no hay nada como disfrutar en pareja del comienzo y final de los días a su propia manera, de vivir los problemas y encontrar soluciones juntos que fortalezcan la relación, y de que se abra la posibilidad de seguir dando pasos firmes siempre hacia adelante.