Todo en exceso es malo, hasta el ejercicio. Porque?

Publicado por: @lnkvrd el 14 enero, 2014
Ejercicio

Parece que bajar de peso se ha vuelto una obsesión. Remedios, dietas, rutinas, ejercicios, tratamientos, cirugías, en fin, un sin número de alternativas para perder kilos de más. Pero no solo las cosas que nos hacen daño, consumirlas en exceso son malas, no, tomar agua por ejemplo de más, altera ciertos procesos en nuestro cuerpo, y eso que es demasiado sano beberla. Así también ocurre con otras cosas en la vida. El ejercicio es excelente para nuestra salud, establecer una rutina diaria de ejercicios o al menos frecuente en la semana, garantiza un mejor estado físico, mayor fuerza, mejores procesos internos, incluso te asegura un mejor estado de salud a futuro capaz de evitar enfermedades y/o complicaciones.

Los médicos recomiendan ciertos hábitos alimenticios y rutinas de ejercicio para fortalecer ciertas áreas problema, o incluso para combatir el estrés y la depresión pues las personas al practicar algún ejercicio, o simplemente con correr, se sumergen en la práctica y olvidan lo que las aqueja emocionalmente. Sin embargo esto puede convertirse en un problema aún mayor, pues como sucede con los grandes vicios, el alcohol, las drogas, el cigarrillo o la comida, se puede volver también una adicción. La práctica de ejercicio en exceso puede generar lesiones a futuro, pues si normalmente ejercitamos por un rato, luego descansamos y el día sigue, luego a los dos días retomamos ejercicio, nuestro cuerpo descansa y se recupera, pero si lo sobre exigimos, los músculos, las articulaciones y los huesos estarán en constante agotamiento, forzándose todo el tiempo a responder por lo que las lesiones, fracturas, y demás hacen su aparición.

Con un cuerpo cansado y maltratado por el exceso de ejercicio, las defensas pueden bajar y es ahí donde atrapar una enfermedad o virus es muy fácil pues no podemos atacarlo como si estuviéramos en óptima forma y fuerza. Por estar constantemente en acción, ejercicio al 100%, la mente también se pone alerta y llega el insomnio de su mano. Es peor, el cuerpo necesita sus horas regulares de sueño para garantizar que al día siguiente tendremos una rutina normal, y que tanto el cuerpo como la mente están listos para un nuevo día, pero no ocurre si no le damos su momento de recuperación. Todo esto nos afecta emocionalmente. Las personas pueden notar que nuestro ánimo es irritable, depresivo y tal vez irónicamente no nos sintamos muy a gusto con nosotros mismos a pesar de todo el ejercicio que se hace.

Hay que hacer revisiones. Pregúntate cuál es la verdadera motivación por la cual haces ejercicio. Si es por bajar de peso, muy bien, acompáñalo de una buena alimentación y ejercicio de 3 a 4 veces por semana, no es necesario todos los días. Piensa en las cosas que te hacen feliz, salir a cine, reunirte con amigos, leer, dedicarte a tus hobbies. Eso amplia tu espectro de actividades y de paso le das un reposo a tu cuerpo. No te sientas culpable si no puedes ejercitarte todos los días, no hay problema, simplemente le das tiempo a tu cuerpo para recuperarse y mientras tanto dedicas tiempo a otras cosas que te gustan, a la gente que te rodea y necesita de tu atención y compañía. Verás que tu calidad de vida mejora, pues no abandonas la práctica física, pero no la haces el centro de tu vida. Date espacio para disfrutar de otras cosas y alimentar también tu mente y espíritu para lograr un mejor equilibrio.