Cuando ingerimos demasiada cafeína
El café es una bebida social; y cuando decimos “vamos a tomarnos un café”, lo que queremos decir es “vamos a charlar un rato”. Su exquisito sabor e irresistible aroma, lo hacen la bebida favorita de los latinoamericanos.
Como ya lo sabemos la sustancia activa del café es la cafeína. Esta produce un efecto estimulante sobre el sistema cardiovascular y el sistema nervioso; por consiguiente, aumenta la agilidad mental y reduce la fatiga.
Una taza de café una hora antes de practicar ejercicios, mejora el rendimiento deportivo. Recientes estudios científicos han demostrado que puede aumentar el metabolismo de las grasas y disminuir el metabolismo de los carbohidratos, mejorando así el desempeño deportivo.
El café no tiene casi ninguna caloría, pero el café instantáneo contiene ciertas vitaminas como la niacina que participa en diversas funciones metabólicas de nuestro cuerpo. Adicionalmente, el café contiene potasio, un elemento importante para las funciones cardiovasculares.
Para la mayoría de adultos sanos, las dosis moderadas de cafeína (que son de 200 a 300 miligramos, o alrededor de dos a cuatro tazas de café al día) no son perjudiciales. Sin embargo, algunas circunstancias pueden justificar la limitación o incluso terminar con tu rutina de cafeína. Sigue leyendo para ver si alguna de estas situaciones aplica a tu caso.
Aunque el consumo moderado de cafeína no es probable que cause daño, su uso exagerado (de más de 500 a 600 mg al día) puede causar: Insomnio, nerviosismo, inquietud, irritabilidad, malestar estomacal, latidos del corazón acelerados y temblores musculares.
Algunas personas son más sensibles que otras. Si tú eres susceptible a los efectos de la cafeína, solo pequeñas cantidades incluso una taza de café o té te puede inducir a efectos no deseados, tales como problemas de agitación y falta de sueño.
Como tú reaccionas a la cafeína puede ser determinado en parte por cuanta cafeína estas acostumbrado a beber. Aquellos que no consumen cafeína con regularidad tienden a ser más sensibles a sus efectos perjudiciales. Otros factores pueden incluir la masa corporal, edad, uso de medicamentos y condiciones de salud, como trastornos de ansiedad. La investigación también sugiere que los hombres son más susceptibles a los efectos de la cafeína que las mujeres.
Algunos medicamentos y suplementos de hierbas pueden interactuar con la cafeína. Aquí te damos algunos ejemplos. Entre esos los siguientes:
- Ciprofloxacina (Cipro) y norfloxacina (Noroxin) – tipos de medicamentos antibacterianos – pueden interferir con el desglose de la cafeína. Esto puede aumentar el tiempo en el que la cafeína permanece en el cuerpo y ampliar sus efectos no deseados.
- La teofilina (Theo-24, Elixophyllin, otros). Este broncodilatador tiende a tener algunos efectos similares a los de la cafeína. Si lo tomas junto con alimentos y las bebidas con cafeína, pueden aumentar la concentración de teofilina en la sangre. Esto puede causar efectos adversos, tales como nauseas, vómitos y palpitaciones del corazón.
- Echinacea. Este suplemento a base de hiedras, que a veces se usa para prevenir los resfriados u otras infecciones, puede aumentar la concentración de cafeína en la sangre e incrementar en intensidad los efectos desagradables de la misma.
Siempre verifica acerca de si la cafeína puede afectarte si estas usando medicamentos. Así sabrás si necesitas reducir o eliminar la cafeína de tu dieta. Ya sea por una de las razones anteriores o porque quieres recortar el gasto en bebidas costosas a base de café, disminuir la cafeína puede ser un reto. Un descenso brusco de la cafeína puede causar síntomas de abstinencia de cafeína, tales como dolores de cabeza, fatiga, irritabilidad y nerviosismo. Afortunadamente, estos síntomas suelen ser leves y se resuelven después de unos días.
Disminuye la cantidad, pero hazlo de manera gradual. Esto ayudara a que tu cuerpo se acostumbre a niveles más bajos de la cafeína y disminuirá los posibles efectos como es el dolor de cabeza. Ten cuenta que algunos analgésicos de venta sin receta contienen cafeína, tanto como 130 mg de cafeína en una dosis. Puedes buscar analgésicos sin cafeína en su lugar.
Por otro lado cuando hablamos de nuestros niños el café se considera inapropiado para ellos, presumiblemente a causa del contenido de cafeína. Sin embargo, al mismo tiempo ha crecido la tendencia de consumir refrescos carbonatados, la mayoría de los cuales tienen una buena concentración de este compuesto. Y lamentablemente los restaurantes de comida rápida son los que más ponen este tipo de bebida al alcance de los más pequeños.
El problema es que la cafeína podría ser adictiva. Es un estimulante que bien puede acelerar el ritmo cardiaco y contribuir a la ansiedad y al insomnio. Los expertos en salud llevan bastante tiempo cuestionando la ingesta de los refrescos por parte de los niños de manera diaria. Una lata pequeña de refresco para un jovencito es similar a la toma de tres latas por parte de un adulto. La mayoría de los pediatras recomiendan mantener los niveles de cafeína en los niños en menos de 50 gramos al día. Y para que tengas el dato, casi todas las bebidas de cola contienen unos 40 gramos.
Esta muy bien documentado que la falta de sueño puede ser provocada por la cafeína. Sin embargo, muchos niños y adolescentes consumen refrescos, incluso por la noche.
Como en todos los casos hay excepciones a la regla. La cafeína se utiliza para tratar a los bebes prematuros que dejan de respirar por periodos cortos de tiempo, ya que tiene la virtud de estimular el cerebro del niño para que aumente la frecuencia respiratoria. Se suministra de forma oral o en inyecciones a través de medicamentos tales como Cafcit, Enerjets No Doz Maximun Strength y Vivarin. Estos medicamentos pueden tardar varios días para ver el efecto completo. Se recomienda hacer análisis de sangre (nivel de cafeína) con regularidad.
La cafeína bien puede ser utilizada a nuestro favor, cuando la utilizamos con moderación. Aquí lo más importante que debemos recordar es proteger la salud de los más pequeños. Limitemos el consumo de cafeína en la dieta de los niños.