Las uvas limpian su organismo de toxinas
Esta fruta compuesta por cápsulas dulces y de exquisito sabor son alimenticias, medicinales y ricas en vitaminas A, B1 , B2 y C. Energética y depurativa, la uva es una de las frutas más útiles para combatir el estrés y el cansancio debido a sus excepcionales propiedades nutricionales.
Las últimas investigaciones científicas prueban que la uva es uno de los mejores alimentos anticancerígenos. Además, su alto valor nutricional junto con su poder limpiador y regenerador la convierten en una fruta ideal para superar convalecencias, situaciones de anemia, fatiga y desórdenes producidos por una inadecuada eliminación de toxinas tales como artritis, gota y reumatismo.
Es tal su capacidad limpiadora del organismo que los doctores naturistas recomiendan un ayuno de dos días en los que solo se consuma uva (en jugo o al natural) para aquellos que desean limpiar su organismo de toxinas. Igualmente, el jugo de uva es en extremo beneficioso para el hígado.
Esta fruta aumenta la secreción biliar, estimula los centros nerviosos, fortalece la circulación y proporciona vigor y pureza a la sangre. Debido a sus ácidos libres, tienen propiedades antiinflamatorias y reguladoras de las secreciones. Si se padece estreñimiento, una buena terapia es comerse las uvas junto con las semillas muy bien masticadas.
Solo una contraindicación. Las personas que sufren de diabetes deben evitar el consumo exagerado de uvas. Esta fruta tiene un alto contenido de azúcares que eleva el nivel de glucosa en la sangre. No la elimine de su dieta pero consúmala con moderación.
Resveratrol contra el cáncer
Estudios recientes revelan que esta sustancia, aunque carece de propiedades nutritivas, beneficia al organismo por sus propiedades anticancerígenas. Su acción es efectiva contra cualquier tipo de cáncer, especialmente contra el de mama.
Esta sustancia se encuentra presente en todas las variedades de uvas pero aquellas de piel negra y roja son las que más resveratrol poseen. Además de ser anticancerígeno, el resveratrol tiene propiedades antioxidantes que retrasan el envejecimiento.
Fuera los nervios con la vitamina B6
La piridoxina o vitamina B6 es esencial para el crecimiento adecuado del cuerpo ya que ayuda a asimilar adecuadamente las proteínas, carbohidratos y las grasas. Sin este elemento el organismo no puede fabricar anticuerpos ni glóbulos rojos.
Es básica para la formación de niacina (vitamina B3), ayuda a absorber la vitamina B12, a producir el ácido clorhídrico del estómago e interviene en el metabolismo del magnesio. También ayuda a prevenir enfermedades nerviosas y de la piel.
El betacaroteno que lo cuida del sol
Este elemento neutraliza los radicales libres que envejecen al cuerpo. Además tiene la capacidad de convertirse en vitamina A cuando ésta falta en el organismo. También influye en el sistema inmunológico, favoreciendo la reproducción de glóbulos blancos.
El betacaroteno también funciona como eficaz protector de la piel, contra los rayos ultravioleta. Cuando el organismo tiene un exceso de esta sustancia la acumula en la grasa del cuerpo. Esta capa es la que ayuda a proteger la piel de los dañinos rayos UV.
Riboflavina para células saludables
La vitamina B2 o riboflavina es vital para el crecimiento, la reproducción y el buen estado de la piel, las uñas, el cabello y las membranas mucosas. También beneficia la visión y alivia la fatiga de los ojos.
La deficiencia de esta vitamina provoca inflamación en la comisura de la boca y de la lengua, dermatitis seborreica, dolor de garganta y anemia. Otras fuentes de B2 son el hígado, la leche, el queso y los vegetales verdes.
Manganeso, el aliado de los bebés
Se sabe que este micromineral es necesario para el crecimiento de los recién nacidos. Está relacionado con la formación de los huesos, el desarrollo de tejidos y la coagulación de la sangre. También beneficia al corazón.
La carencia de manganeso en el organismo puede generar lento crecimiento de uñas y cabello, depigmentación del pelo, mala formación de huesos y disminuye la capacidad de eliminar excesos de azúcar en la sangre.