¿Por qué nos gusta tanto el sabor de las #comidas más #dulces y grasosas?

Publicado por: @lnkvrd el 8 noviembre, 2013
Source: tiger.towson.edu

En estos tiempos de exceso, en los que la diabetes y las enfermedades derivadas del exceso de colesterol son de proporciones casi epidémicas, hablamos tanto de una alimentación adecuada, y de buscar maneras más naturales de vivir, pero cuál es la verdadera razón por la que nos cuesta tanto mantenernos en una dieta balanceada o evitar regalarnos una dona, y demás chucherías, para saciar las súplicas de nuestro cuerpo cada día?

Bueno, existen varias razones por las que no dejamos de comer galletas y otras chucherías en el trascurso del día. Una de estas razones es que normalmente, al no tener una dieta adecuada, nuestro cuerpo nos pide más energía para mantener el ritmos de nuestros días, y tanto el azúcar como los carbohidratos en general son fuentes de energía rápida, lo malo es que la energía que aportan se agota fácilmente y nos deja deseando más. Otra razón es la ansiedad producida por los altos niveles de estrés que ahora son parte del día a día de todos, esta ansiedad es algo a lo que debemos prestar mucha atención, nuestro cuerpo nos manda señales para decirnos lo que necesita, así que en vez de una chichería, tomate un té de hierbas y descansa un par de minutos, es importante recordar que es el estrés el que produce más complicaciones en nuestra vida diaria y nuestro rendimiento.

Ahora, la principal razón por la que siempre que el hambre ataca, lo que queremos comer es azúcar y grasas es que nuestro cuerpo utiliza el sabor para muchas cosas, como identificar las comidas que tienen los nutrientes que nos hacen falta. Por ejemplo, hay estudios que parecen indicar una relación entre la necesidad de comer dulces y la deficiencia en vitamina C, que se encuentra presente en las frutas. También es el mismo caso con las grasas y las deficiencias de proteína y hierro. Pero esto no es lo único que la evolución le ha dado a nuestro cuerpo para funcionar correctamente y protegerse.

Si nos paramos a pensar, este problema del exceso en la comida no ha sido tal para los seres humanos en el pasado. Solo después de la industrialización y el surgimiento de otras herramientas y tecnologías actuales que nos facilitan la vida es que este tipo de problemas de salud se han dado en nuestras sociedades. Al  estudiar los orígenes de los seres humanos recordamos que por mucho tiempo el azúcar y las grasas no eran fáciles de conseguir en la naturaleza, ni en ciertas épocas del año; y para muchos, comer altas cantidades de azucares, carbohidratos y grasas representaba la vida o la muerte en el invierno.

Es solo nuestro actual nivel de abundancia de la mayoría lo que hace que estas enfermedades en niveles preocupantes para la salud pública sean posibles, por eso, la próxima vez que tu cuerpo te pida dulces, trata de analizar que es lo que realmente necesitas, y ¡come frutas! Lo más seguro es que te estén haciendo falta.