El poder de la meditación

Publicado por: @jaguirre el 19 agosto, 2013
Meditacion

Estudios indican que la meditación podría reducir la presión sanguínea, dolores crónicos, la ansiedad y la depresión.

Más aún, hay quienes aseguran que ayuda a combatir la adicción al tabaco, el alcohol, drogas y hasta con la infertilidad.

Mente sana en cuerpo sano

Llegas a casa exhausto, abres la puerta y notas la sorpresa que te dejó tu mascota en tu alfombra nueva. Cabizbajo te sientas en tu sillón y sientes algo húmedo: la papilla de tu bebito. Prendes la tele y escuchas los titulares: «Un millón de personas con sida. Tres millones corren riesgo de un ataque al corazón por alta presión. Diecisiete millones sufren depresión en los Estados Unidos y 500,000 mueren de cáncer anualmente». Tranquilo, la meditación puede aliviar tus preocupaciones.

¿Qué es la meditación?

Día tras día nos bombardean con información. Nuestra mente se encarga de procesarla y entenderla; algunos de estos procesos son inconscientes. Al procesar la información nos involucramos en un tipo de conversación mental y usualmente no nos damos cuenta de ello.
La meditación paraliza este constante procesamiento. El resultado es una mente en paz, calmada y enfocada. Mejor dicho, la meditación permite que nuestra conciencia descanse.
Existen varias técnicas para meditar. Usualmente el individuo se concentra en algo como una vela, flor, sonido, palabra o la misma respiración por un periodo de tiempo que puede ser desde un minuto hasta una hora. Poco a poco se disipan los pensamientos indeseados y se reducen las ataduras con éstos.
También se puede meditar mientras se hace ejercicio. Por ejemplo, enfocarse en las brazadas mientras se nada, acostado en la cama, o la clásica forma que es permanecer sentado manteniendo una postura erguida.

Mas…

• La meditación puede durar de un minuto a una hora. Todo depende de la técnica que utilices y cuáles son tus necesidades.

• Estudios indican que la meditación ayuda aliviar problemas como: la presión alta, dolores crónicos, síndrome premenstrual, dolores de cabeza, ansiedad, depresión, abuso de drogas, alcohol y nicotina, colesterol alto, insomnia, asma e infertilidad.