Aftas

Publicado por: @lnkvrd el 1 agosto, 2018
labios

Las podemos identificar como pequeñas ampollas dolorosas alrededor de la boca.  Aproximadamente duran de una a tres semanas.  El virus del herpes simple tipo 1 es el causante de la mayoría de las aftas. Aunque algunas pueden ser causadas por el herpes tipo 2 que es el causante del herpes genital.  El virus del herpes es bien contagioso y una vez se adquiere puede permanecer inactivo en el organismo por muchos años.  En algunos casos surgen erupciones recurrentes durante toda la vida, aunque en la mayoría de los casos las erupciones desaparecen pocos años después del primer brote.   La exposición al sol, la fiebre o el stress podrían causar ataques del virus latente.  Las mujeres sufren el mayor riesgo de desarrollarlo durante los periodos menstruales en la fase pre-menstrual.   Los herbolarios pueden recetar infusiones, tabletas o tintura de equinacia para estimular el sistema inmunitario contra las infecciones virales.  Unas cuantas gotas de aceite de lavanda sobre la llaga pueden ayudar a la curación.  Cuando las llagas se revientan, los homeópatas sugieren la aplicación de una solución de  caléndula para una pronta recuperación.  Entre otros remedios homeopáticos se encuentran el Rhus toxicodendron y la sepia.  Se recomienda que a las personas que les da ataques recurrentes, usar un aminoácido llamado L-lisina, complejo B, tabletas de gluconato de cinc, pastillas acidofilas, capsulas de ajo o yogurt.   En cuanto aparezcan las aftas, estimule su curación aplicándoles un cubo de hielo durante una hora.  Un algodón empapado de leche fría sobre la ampolla tiene el mismo efecto.  Una vez la ampolla crece, alivie las molestias ingiriendo bebidas frescas, paletas congeladas.  No intente cubrir con maquillaje el afta ya que puede agravarse.  Evite los besos y el contacto con la piel de las personas afectadas.  Se recomienda lavarse las manos  con frecuencia para evitar el contagio de otras personas.  Las aftas también se pueden confundir con impétigo, que es una infección cutánea producida por una bacteria que causa ronchas rojizas con ampollas pequeñas.